Señor Jesús, Virgen María y glorioso San José,

Hoy nuevamente les consagro mi vida, mi familia, todo lo que somos, y los planes que llevamos en el corazón. Les entrego especialmente el deseo de adquirir un terreno donde podamos unificarnos, si es la voluntad de Dios. Desde ya, consagramos ese lugar y también el proceso de arreglar y vender esta casa, para que todo esté en sus manos.

Consagro cada detalle del retiro espiritual que estamos preparando, para que las fechas y todo lo que se organice sea guiado por el Espíritu Santo, y dé muchos frutos.

Les entrego la salud del Padre Bruno: su examen de hoy, sus tratamientos y todo lo que vaya viviendo. Que esté rodeado del amor de Dios, que no se sienta solo, y si esto no es de Dios, que quede libre de toda acechanza del mal. Que su misión esté protegida y sellada por la Sangre Preciosa de Jesús.

También consagro nuestras vidas —la de Lolita, Sandrita, la mía— y la de la jovencita que se nos une en esta misión. Protégenos, Señor, junto con nuestras familias e hijos, de toda venganza del enemigo. Que esta obra dé frutos para la salvación de las almas.

Les consagro a Verónica Escobar, que está entubada y muy grave.

Y conságro la conversión de Alicia y Cindy, mamá y abuela de mi nieta, para que sus corazones se abran al amor de Dios.

Por último, consagro la celebración de los 75 años de los Padres Carmelitas, para que se sientan amados, agradecidos con nuestra presencia que hayamos todos los que de una manera u otro hemos estado allí, en ese hermoso santuario.
Amén.