A veces es fácil ver por qué Jesús eligió a Pedro como el fundamento de nuestra iglesia.

Aunque ciertamente cometió algunos errores, Pedro fue bendecido con una fe infantil, y fue testigo de los milagros más grandes de Cristo.

Jesús aparece con Moisés y Elías mientras se transfigura en la lectura del Evangelio de esta semana.

Pedro debe estar tan sorprendido como aquellos con él, pero en fe le dice a Jesús: "Maestro, es bueno que estemos aquí".

Pedro sabe que este evento es una bendición de Dios, para él y para los apóstoles.

Los milagros que experimentamos cada día son más pequeños, pero aún pueden ser fuente de alegría para nosotros. Nos tomamos el tiempo para reconocer lo bueno que Dios nos provee y continuar expresando nuestra gratitud a Dios.

Oramos juntos: San Judas, seguiste a Cristo como lo hizo San Pedro. Así como ambos aprendieron de Jesús, yo deseo aprender su camino. Enséñame gratitud por los pequeños milagros en mi vida. Amén.